¿Soy suficiente tal y como soy? ¿Soy atractivo? ¿Realmente puedo hacerlo?

Preguntas como éstas se cuelan en nuestros pensamientos y nos hacen dudar de nosotros mismos. Quizá tú también lo sepas.

En primer lugar, dudar de uno mismo no es raro, así que no estás solo.

Es perfectamente normal sentirse inseguro o nervioso ante nuevos retos. Pero si tus pensamientos sólo giran en torno a la duda, esto puede tener un impacto significativo en tu vida y ser una carga.

¿De dónde vienen las dudas?

Las causas de las dudas pueden ser tan variadas como las propias dudas. En la mayoría de los casos, las dudas vienen provocadas por una baja autoestima o confianza en uno mismo. Sin embargo, también hay algunos desencadenantes más específicos que pueden ayudarte a comprender mejor las razones que subyacen a tus dudas sobre ti mismo y, así, afrontarlas y, en última instancia, superarlas.

Hacer comparaciones

Compararnos con nuestros iguales es muy normal y no tiene por qué ser problemático en sí mismo. Sin embargo, las comparaciones que hacemos de adultos suelen ser así:

Esa modelo del anuncio es más guapa / delgada / atractiva que yo.

o

Mis compañeras de trabajo tienen más éxito / son más populares / son más inteligentes que yo.

¿Cuál es el problema? Tendemos a compararnos "hacia arriba", es decir, con personas que son "mejores" que nosotros a nuestros ojos. Si nos comparamos de esta manera, sólo podemos perder y desarrollar rápidamente dudas sobre nuestra apariencia o nuestros éxitos. Reconocerlo es un paso importante para deshacerse de las dudas.

Expectativas

Otra causa pueden ser las expectativas que tu entorno tiene de ti. Aquí influyen dos cosas en particular:

  1. Crees que tienes que estar a la altura de las expectativas. Te diré las cosas como son: No, no es necesario. Ciertas expectativas son ciertamente razonables de cumplir, por ejemplo cuando se trata de plazos en tu trabajo. Sin embargo, las expectativas que se depositan en nosotros a menudo no son obligatorias. Así que la primera pregunta que debes hacerte cuando esperan algo de ti es: "¿Es esto algo que quiero para mí y para mi vida?".

  2. Las expectativas que se depositan en ti no son realistas. Las expectativas pueden ser inspiradoras, energizantes y motivadoras si son alcanzables. Si no es así, lo más probable es la frustración. Así que pregúntese si las posibles expectativas pueden cumplirse en absoluto. ¿Te parecerían realistas y adecuadas si se las impusieras a tu novio o a tu hermana, por ejemplo? Si no es así, es hora de tacharlas.

    Creencias

    Las dudas sobre uno mismo también pueden surgir de nuestras primeras experiencias infantiles. Una de las causas de las dudas posteriores puede ser, por ejemplo, los métodos de crianza utilizados por los padres. Si de niño tus padres te recompensaban por tus éxitos dándote cariño y afecto, esto puede convertirse en la creencia de que "sólo soy lo bastante adorable si tengo éxito" o "si cometo errores, no valgo nada".

    Estas creencias y suposiciones pueden provocar sentimientos de inferioridad y hacernos dudar de nosotros mismos.

6 consejos para superar las dudas sobre uno mismo

Lo bueno es que puedes aprender a enfrentarte a las dudas. Una buena forma de afrontar las dudas es reforzar la confianza y la seguridad en uno mismo. Para ello, hay algo especialmente importante: reconocer que tienes dudas.

Aceptar lo que es

Para poder hacer frente a las dudas, primero es importante aceptar que existen. Las dudas sólo son incontrolables si no eres consciente de ellas. Sin embargo, si eres consciente de ello, podrás superarlo.

Intenta ser consciente de tus pensamientos y cógelos "in fraganti", por así decirlo. Es el primer paso para superarlos.

Deja de pensar

Una vez que seas consciente de tus dudas, también podrás decidir cuándo son demasiado intensas. La parada del pensamiento es mi ejercicio favorito porque es increíblemente eficaz. Consiste únicamente en decir STOP. Decir la palabra stop en voz alta (¡no sólo pensarlo!) rompe con las dudas que tienes en la cabeza y te da la oportunidad de evaluar si las dudas te están llevando a alguna parte o si prefieres adoptar una perspectiva más positiva, por ejemplo recordándote tus puntos fuertes.

Cuestionar las comparaciones

Compararnos con los demás es una causa habitual de dudas. Intenta analizar estas comparaciones en el futuro:

  • ¿Deseas siquiera las cosas con las que te comparas?

  • ¿Es realista la comparación o estás comparando el cuerpo de una madre primeriza con el de una modelo?

  • ¿La comparación te resulta útil, te motiva o te inspira?

Si tu respuesta a estas preguntas es negativa, la comparación te está haciendo más mal que bien. En su lugar, compárate contigo misma. Por ejemplo, ¿qué fue incapaz de hacer en el pasado que ahora ha aprendido? Esto suele ser mucho más positivo y te ayuda a reconocer tus puntos fuertes.

Cambia de enfoque

¿Eres consciente de tus puntos fuertes y tus éxitos?

A veces nos sentimos tan atrapados por nuestras dudas que nos olvidamos de todo lo bueno que tenemos a nuestro favor. Piensa en cuáles son tus puntos fuertes y en lo que ya has conseguido. Si quieres, puedes utilizar las siguientes frases como guía:

  • Lo que me gusta de mí...

  • Me resulta especialmente fácil...

  • Se me da bien...

Si te resulta difícil completar las frases o no se te ocurre nada, pregunta a los que te rodean qué les gusta de ti o en qué eres bueno.

Crear nuevos éxitos

Para ampliar tu lista de éxitos, es importante ser capaz de celebrar nuevos éxitos. Esto puede ayudarle: Avanza paso a paso

Intente fijarse objetivos realistas y divídalos en pequeños pasos. Esto hará que las grandes tareas ya no parezcan tan grandes y, una vez que haya recuperado la experiencia de ser capaz de conseguir algo, cada nuevo comienzo será más fácil.

En el peor de los casos

¿Y si las cosas salen mal? Los errores son humanos y forman parte de ti, igual que forman parte de mí. Intenta no juzgarte por los errores y, sobre todo, no tengas miedo a equivocarte. Si surge el miedo, imagina el peor escenario posible: ¿Qué es lo peor que podría pasar? A menudo descubrimos que lo que hemos temido todo este tiempo no es tan malo después de todo. Incluso puede que aprendas algo de tus errores.

Conclusión

Las dudas sobre uno mismo son totalmente normales. ¡Y no son invencibles! Puede ayudarte saber de dónde vienen tus dudas para poder entenderlas y superarlas. Hay muchas formas de superar las dudas. Lo mejor es que pruebes lo que más te ayude y con lo que te sientas más cómodo.

Y lo que siempre es una buena idea en cualquier caso: habla con tus amigos o familiares sobre tus dudas. Verás que no estás solo.

26 octubre 2023